Aunque ya estemos bien entrados en el otoño, no he querido dejar de compartir con vosotros la cena que di este verano para mis amigos en San Juan de Luz.
Lo que en un principio iba a ser de 10 personas, acabó siendo de 25, porque coincidió que muchos amigos iban al norte a pasar el fin de semana y estaba deseando verles. Con poco margen de tiempo para cambiar el plan y unos días de frio que parecían que nunca se iban a ir, llegó el día de la cena y no cabíamos todos en casa....
Lo que en un principio iba a ser de 10 personas, acabó siendo de 25, porque coincidió que muchos amigos iban al norte a pasar el fin de semana y estaba deseando verles. Con poco margen de tiempo para cambiar el plan y unos días de frio que parecían que nunca se iban a ir, llegó el día de la cena y no cabíamos todos en casa....
Tuvimos gente que se apuntaba y se desapuntaba hasta el último momento y, para empezar, ¡sólo con los de casa ya eramos cinco!
Había que hacer mesas con coherencia decorativa, pero, como comprenderéis, no teníamos vajilla y cristalería igual para 25 personas, con lo que decidimos mezclar todo lo que encontramos en casa y hacer algo divertido y veraniego. Pusimos dos mesas en el exterior en tonos verdes y blancos y otra en el interior con más color. En las del jardín, decoramos los centros de manera muy sencilla, con velas y algunas mini verduras de porcelana en colores verdes que tiene mi madre. Los bajo platos que utilizamos en una de las mesas fueron redondos de ratán, y en la otra de loza verde, mientras que el resto de elementos eran iguales.
Esa mañana, compré con mi madre berengenas blancas, moradas y rayadas para hacer los centros de mesa. Al final, decidimos decorar con ellas el buffet, mezclándolas con frutas, otras verduras y objetos de la cocina. Además, nos sirvieron de ingrediente principal para el primer plato que tuvimos que improvisar a última hora.
La mesa de dentro era a todo color. Para los centros, llenamos de dalias del jardín varias teteras, tazas, jarras y unas flores y verduras de porcelana. El mantel era blanco y las servilletas en un tono amarillo suave. La vajilla en color salmón y la cristalería azúl. Al principio estába un poco preocupada con la intensidad y mezcla de colores, pero me divertía probar. ¿Que os parece el resultado?
El menú no fue muy diferente del que teníamos pensado inicialmente, más que el primer plato que añadimos para que la gente pudiese elegir y no faltase comida. Servimos:
- Ensalada de judias verdes y foie
- Pudding de berengena
- Strogonoff con arroz salvaje
De postre Helados y la famosa tarta de chocolate de casa.
La verdad es que nos lo pasamos fenomenal. Saqué mantas para los que estaban fuera, que aunque vinieron abrigados, pasaron un poco de frio. A pesar de ello, les costó levantarse por lo interesante y divertida que estaba la conversación.
Decidí hacer placement y mezclar las nacionalides, además de separar a las parejas, que, anque en España casi no se hace, me parece mucho más divertido. En el fondo tampoco eramos tantos y es la unica manera de que todos los de la zona nos conozcamos mejor.
¡Espero que os sirva de inspiración para vuestras futuras cenas!
¡Espero que os sirva de inspiración para vuestras futuras cenas!
Hola! Me encanta tu blog! Te sigo desde Lisboa y desde que escribias en TELVA. Sera que nos poderias dar las recetas? Estoy muy curiosa acerca del pudding de berenjena. Muchas gracias,
ResponderEliminarSusana