miércoles, 12 de noviembre de 2014

DE VIAJE POR FILIPINAS

En mis últimos viajes a Filipinas no sólo he conocido más el país en profundidad sino que he podido descubrir proveedores nuevos y sencillamente espectaculares: artesanos, anticuarios, fabricantes, artistas, etc...
Este país del Sudeste Asiático, tan cercano a mi corazón, es una caja de sorpresas del que he vuelto encantada gracias a la profesionalidad de todos los que me he encontrado por el camino.




Como en llegar se pierde un día, es importante planificar el itinerario de todo lo que hay que hacer con antelación. En nuestro caso teníamos que buscar, por un lado, tesoros para nuestra tienda y por otro, empezar con la organización de una boda que haremos allí la próxima primavera. 

Filipinas es un país un tanto contradictorio: todo son facilidades pero a la vez, te encuentras con muchas complicaciones: nada está lejos pero tardas horas en llegar a cualquier lado, y si encima tienes que visitar varias islas ya hablamos de otra historia...


Los últimos viajes que he estado haciendo han sido de más o menos cinco días, pero he aprovechado tanto el tiempo que parecía que llevaba ahí mucho más y he logrado hacer de todo.



En mi primer viaje visité la feria de FAME de productos filipinos y me pareció interesantísima: tienen unos diseños propios espectaculares con bastante personalidad.
Después de contactar con los proveedores de ahí y hacer una selección de lo que me interesaba, decidí volver con el resto del equipo a visitar las fabricas.
Os recomendaría, si vais por allí, algunas tiendas de decoración en Manila como W17 o Industria en las que encontraréis tanto antigüedades como diseños propios y marcas extranjeras.
Al ser un sitio que ha sido colonia española y americana, hay una mezcla de estilos tanto en la arquitectura como en la decoración de lo más interesante: azulejos hidráulicos y patios interiores con fuentes viven en perfecta sintonía con edificios de los años 50 y muebles art decó o muebles de madera de estilo oriental y colores fuertes con geometrías muy americanas.
Parece extraño, pero juntando estos factores con la vegetación se consigue un combo que funciona muy bien.




Además, están las tiendas en los centros comerciales a las que, por supuesto, también fuimos a echar un vistazo.
Nos dimos cuenta que, para ser un país que produce maravillas, luego no tiene mucha oferta en las tiendas de decoración para la gente de la calle: eché en falta ver tiendas de telas, velas y objetos divertidos y sobre todo, más al alcance de la gente.
Tienen muchos lugares escondidos que, al estar en sitios de incómodo acceso, hacen que sólo vayan decoradores una o dos veces al año...


Lo admito, ha sido un palizón de viaje pero ¡¡¡Estoy desando volver!!!



No hay comentarios:

Publicar un comentario