Me da pena ver que muchas veces, en las bodas hay tensiones. Por un lado, entiendo que es inevitable, son muchos nervios y muchas opiniones...pero no puedo evitar que me de pena cuando alguien me cuenta que se ha llevado un disgustazo por alguna razón relacionada a la organización de su boda. ¡¡¡Son muchas cosas en las que hay que pensar!!!
A la larga os daréis cuenta que muchas de las cosas a las que le dais muchísima importancia luego no la tienen tanto y que no compensa el enfado la mayoría de las veces. Es importante saber que en algo tenéis que ceder; ya sea ante vuestras madres, suegras o lo que es más frustrate, tu novio. Eso sí, no dejéis de luchar por lo que verdaderamente es importante y os hace ilusión. Con lo que la pregunta del millón es: ¿Cual es el vuestro orden de prioridades para vuestra boda? Haceos una pequeña lista e ir añadiendo cosas según vayáis cambiando de opinión, pero estoy segura que habrá dos o tres que no cambiarán en todo el proceso.
Aceptar la ayuda que os ofrezcan las personas que os quieren. Siempre es más divertido si podéis compartir este tipo de momentos con la gente. Os sorprenderéis de lo que se vuelcan las personas de vuestro alrededor para que tengáis el día perfecto. Si no habéis contratado a nadie, en todos estos años me he dado cuenta de que todos tenemos a un amiga super organizadora, mandona y buenaza que estará deseando tomar las riendas y ayudarte. Si fuésemos americanas, de esto se encargaría la dama de honor.
En el caso de que hayáis contratado a alguien podéis utilizarla como mediadora...
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