Este fin de semana he estado de anticuarios y paseo con mi madre. La verdad es que ha sido una gozada de plan y hemos conseguido hacer de todo. Me encanta que ella me acompañe a estas cosas porque, aunque no siempre coincidimos, me gusta saber su opinión.
El caso es que nos dirigimos hacia el barrio de las letras, donde es divertidísimo pasar el día.
Nuestra intención era ir a Bakkelita, pero por desgracia, estaba cerrado y a mí no se me había ocurrido llamar antes para preguntar.
Nuestra intención era ir a Bakkelita, pero por desgracia, estaba cerrado y a mí no se me había ocurrido llamar antes para preguntar.
Como no hay mal que por bien no venga, de camino al coche en dirección a otra zona completamente diferente de Madrid nos tropezamos con The 2nd Downtown: una tienda que siempre me ha chiflado, llena de alfombras antiguas de diferentes partes del mundo, mantas gozosas de varios estilos y telas preciosas. Toda una selección muy particular de tesoros que traen de fuera.
Llevaba tiempo buscando una alfombra para mi casa, aunque la cosa se me resistía bastante, pero al fin, creo que he dado con lo que tenía en mente y... ¡Estoy feliz!
Hablando con el dueño, que es encantador, nos recomendó miles de sitios alrededor y decidimos quedarnos callejeando por el barrio. Mi madre no iba hacía años (sin contar con Decoracción) y le encantó poder volver a recorrerlo.
Nuestra siguiente parada fue Modernario con muebles, lámparas y objetos de diseño del siglo XX. Tienen dos tiendas súper cerca la una de la otra a las que os recomiendo ir porque nunca se sabe lo que vas a encontrar en ellas.
En Tesla vi varias cosas muy bonitas y me enamoré de unas butacas con una tela súper especial. Me comentó el dueño (que además de tener un jack russel bodeguero muy educado, es restaurador de muebles) que el decorador Luis García fue quien le había ayudado a escogerlas .
Nos encantaron las tiendas de la restauradora Concha Ortega, en una de las cuales estuve a punto de comprar una mesa pequeña ideal de los años 20. La dueña es una señora encantadora además de una gran restauradora...
Nuestra última parada fue en Felipe Lingberg, que hace muebles en los que utiliza pergamino y otros materiales exquisitos.
Es un gusto ver su trabajo en general, pero no voy a negar que lo que más me puede gustar, ¡¡¡Son sus espejos!!!!
Es un gusto ver su trabajo en general, pero no voy a negar que lo que más me puede gustar, ¡¡¡Son sus espejos!!!!
Además de estas tiendas que os recomiendo, hay muchos otros sitios monísimos de antigüedades que os iréis encontrando según vayáis paseando por ese barrio.
Por último y como parada esencial en cualquier día de compras, os recomiendo varios restaurantes de la zona que me gustan. Algunos son más de cena que de comida al ser muy románticos, como por ejemplo, Vinoteca Moratín. Me lo recomendó mi amiga Clara que, además de ser una auténtica gourmet, es vecina del barrio. Otra opción para la cena sería Triciclo, espectacular de comida y de ambiente.
Si lo que os apetece es una buena pizza, no lo dudéis, la respuesta es Pizza Mazzcalzone (en mi opinión la mejor de Madrid). También, hay un restaurante genial al final de la calle Huertas que se llama Maceiras y es gallego. No admite reserva pero merece la espera.
Si lo que os apetece es una buena pizza, no lo dudéis, la respuesta es Pizza Mazzcalzone (en mi opinión la mejor de Madrid). También, hay un restaurante genial al final de la calle Huertas que se llama Maceiras y es gallego. No admite reserva pero merece la espera.
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